Añoranza es lo que sentíamos algunas personas que pasábamos por la puerta del edificio que un día albergó la sede de Cruz Roja en nuestra ciudad.
Mirábamos a ver si estaban aquellas ambulancias en la puerta, aquellos voluntarios que hacían el equivalente al servicio militar, después las personas que ayudaban a otras más desfavorecidas con el reparto de comida.
Pero no, en 2009 cerro sus puertas un 31 de Octubre y hoy nueve años después vuelve a abrir de nuevo para prestar otros servicios, que no por diferentes son menos interesantes y necesarios.
Yo les deseo los mayores éxitos tanto a su presidente Pedro Abellaneda Moya como a todo el equipo de trabajo que lleva junto a él y por supuesto a la dirección regional con su presidente Faustino Herrero a la cabeza la apuesta que han hecho por Totana.